Hablo sin pronunciar palabra

Hablo de perder la razón al verte. 
Hablo de bailar en tus pupilas heterocrómicas.
Hablo de echarte de menos incluso cuando te acabas de ir. 
Hablo de despedirme de ti y seguir hablando porque no puedes dejar de hacerlo. 

Hablo de quedarme. 
Hablo de que te quedes.
Hablo de ti y de mi. 
Hablo de un nosotros.

Camarero

Camarero, una copa de locura.
Me jugaré todas las cartas y si sale mal no me importará, todo habrá merecido la pena.

Camarero, una copa de deseo.
No puedo negar algo evidente, las ganas ni se esconden ni se niegan.

¿Cuántos puntos te quedan?

Tienes 14 puntos, pierdes uno si:

Has llorado por quién no debías.
Has tropezado dos veces con la misma piedra.
Has perdonado mucho. 
Has callado "te quieros" por miedo o por inseguridad.
Has pensado que el mundo te comía.
Has callado verdades por no hacer daño.
Has abrazado a la persona que pensaste que nunca te haría daño.

Has cantado en la ducha hasta que tu garganta no podía más. 
Has pasado una noche sin dormir por haber salido de fiesta.
Has vuelto a recomponerte con un abrazo.
Has reído hasta llorar.
Has ayudado a alguien sin que te lo pidiera.
Has pasado horas haciendo eso que tanto te gusta.
Has sido feliz, pese a todo.

Bienvenid@ a la vida.

Comienzos


Empecé como se empieza todo: con un poco de miedo. Mordiendo mis labios y apretando los dientes. Conociendo lo desconocido y desconociendo lo conocido. Tomando decisiones sin caer en el error de pensar demasiado.

Lección aprendida de mayo


Comprendí que enamorarse era una necesidad (casi) tan importante como respirar. Pero, a su vez, no había conocido nada peor que la sensación de que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños y las esperanzas.

Así que pensé vestirme con un poquito de orgullo y unas gafas de visión a distancia, para tantear el precipicio, porque si voy a morir me gusta hacerlo por alguien que sepa llorarme. 

Pero decidí abandonar ese orgullo y esas gafas y enamorarme de mí misma, y sin duda es la mejor decisión que pude tomar. Me prometió que no me rompería nada salvo los miedos.