Una historia de lujuria

Tormentas de sensaciones, vientos dispuestos a despeinarte el pelo y las ideas, sensibles ojos endiablados de lujuria e invariables riscos de peligro. Un beso suelto a discreción de todos, menos de nosotros. Una mirada oculta en la nada que esconde mucho más de lo que se puede imaginar. Una caricia que ronda aguardando en sitios prohibidos, expectante de la magia de tus labios. Y después nosotros entregados al suicidio eterno de las mariposas. Reviviendo una y otra vez en una cama de piedra condenada a vivir en nuestra tormenta.

Otra vida

Quien pudiera ser un gato, para joderme las 7 vidas, para buscarle los 3 pies y volver a aquella noche, con el chupito de tequila en la mesa, tan borracha y vacía, para necesitar un boca a boca de esos que te devuelven la memoria.

Aunque no lo sepas, te escribo

Me prometí que jamás escribiría sobre ti porque es como darte la importancia que jamás quise darte, pero tus disparos me están volando la cabeza. Tengo la memoria muy gastada de recordar que reírnos juntos es lo más parecido a una brazo sin tocarse, aunque puestos a elegir prefiero saciar mi hambre de piel estando a milímetros de ti, aunque sea unos segundos. Tengo la imaginación muy gastada de crear momentos de conexión intensa entre tú y yo, porque creéme, si me dices que sí yo no lo voy ni a pensar. Y no sabes lo que pesa llevar esto en silencio, un silencio que ahoga, que mata. Mi secreto quiere ser beso pero morirá siendo beso no respondido, solo tú puedes hacer que suceda... Efectos inapropiados que creas en mi. Será tu inaccesibilidad. Así que ahora que lo intuyes, dímelo; si supieras la verdad... ¿que harías?

Boca abajo

He descubierto que si me cuelgo boca abajo pueden caer todas las preguntas que habitan en mi cabeza, si alguien encuentra las respuestas que me las envíe por whatsapp. Gracias.

Acrofactory

Para empezar, me encantas


Para empezar, me encantas,
y ese es el punto final.

Suena simple,
pero dentro de esa simplicidad
es complicado,
me encantas,
y no sé qué hacer con esto.

Desde que somos nosotros
no cualquier cosa
me parece más bonita.

Ahora es mi turno



Y me quiero porque me toca,
quizás porque he tocado fondo.

Me entregué. 
Di todo, y di más que todo. 
Y ahí está la cosa, 
que ya no me queda 
nada.

Olvidé que todo soy yo,
olvidé que no puedo entregarme a nadie 
o me quedaré vacía.

Vistas al mar

Sufría de vértigo, para quien no conozca esa sensación es como ese cosquilleo que te cala los huesos y
ese temblor que hace que vibre hasta la última de tus células.
Quién me iba a decir que me iba a enamorar de un precipio con vistas al mar...

Soy yo, mucho gusto

Yo me ocupo de mi mente. Miro atrás y vacío armarios de ilusiones consumidas en las noches de aquel fatídico año. Soy quien guarda cada instante en su mente y con detalles en un fondo blanco, pero por si acaso que me digan cuándo caduca la memoria porque yo firmo sin leerme el contrato del olvido. Soy quien sueña y también quien tiene pesadillas con la mismísima luna. Me opongo al insomnio de sufrir, queriendo convertir la inseguridad en orden y equilibrio. Algo así como compro estabilidad mental y regalo kilos de risas. Soy quien grita carpe diem y se asusta en cada parpadeo del día. 
Yo...
Una contradicción.