Confiar está pasado de moda

Nunca olvides que cuando te clavan un puñal la mano nunca está muy lejos. Que sí, que culpar al arma para evitar destrozarnos más está muy bien, pero un arma sin mano siempre es inofensiva.

Ahora estoy mejor

Durante mucho tiempo he sido la chica en llamas, la que (te) devoraba con la mirada y siempre vestía de negro, algo así como un intento de camuflaje de intenciones.

También he sido el ángel arrancado del cielo, con el poder de la gelifracción era la revolución con alas.

Y la chica de la mesa del fondo de bar, siempre con la mirada perdida en aquel maldito café, sacando de paseo a las mariposas de su cabeza.

Pese a todo, no me arrepiento de nada. Agradezco todos los recuerdos, pero ahogados en mi mar propio están mejor.

Caótica




Juegas como nadie con mis estados mentales.

La rosa inmortal

Inútil es el deseo de mantener la rosa viva cuando se curva y muere sobre su tallo. Aunque rota, triste no la verás. Sé paciente y espera a cuando el ultimo pétalo caiga. Volará y el poeta la recibirá delicadamente en su alma. La convetirá en inmortal, como una gran historia de amor. Porque una historia de amor jamás muere. Al igual que el álma de la rosa tampoco morirá... Vivirá por siempre, en el alma del poeta.

A fuego lento

Te tengo debajo y me maravillo de la luz que desprendes. En este frotar de volúmenes beso tus mejillas a saltos y mis labios se impregnan de ti. Esa carita tuya me desquicia, me atormenta, me enloquece. Mirándote tan de cerca no veo más que tu boca, tan perfectamente dibujada.

Tus palabras, tu interés, tu querer hacer con esmero y yo tan impaciente, volcán esperando al momento idóneo para explotar gritando, deseando beberme tu amor de un trago. Me calmas con sapiencia, me mimas y me llevas a terrenos cálidos donde disfrutar del saborear lento hasta consumirnos lentamente.

No te vayas hasta que no descubra tu secreto.

Perdida en (tus) contradicciones

No hay nada más complicado que vivir en la eterna contradicción de los miedos. Como querer robarle el compromiso a un infiel con la inocencia de una niña o volver a buscar la inspiración entre las cartas que te escribí y nunca leíste. 

Que por si lo has olvidado la bala que te vuela el corazón es la misma que te hace abrir las piernas y las manos que te arañan los días también te arañan la espalda, y a eso es más jodido resistirse.

Pero no todas las mentiras saben a sal; algunas son tan dulces, y se mueven con el contoneo de una verdad universal.

No juegues así conmigo, porque si te vas no pediré perdón por pedir que te condenen a dedicarme todas tus dudas, tus borracheras, tus "que hubiese pasado si..", y tus pastillas para dormir.