Vicios

Ojalá nunca nadie pruebe tus labios. 
Son puta droga. 
Ojalá nunca nadie te conozca como yo te conozco. 
Y sepa tus debilidades.
Ojalá nunca nadie te mire como te miro yo.
Ojalá nunca nadie se enamore de ti. 
Ojalá seas eterno.

Porque una vez que empiezas ya no hay vuelta atrás. Estás jodida si te mira con esos ojos que derriten hasta el fuego. Los tres metros sobre el cielo se quedan cortos si te acaricia, si te abraza, si te toca. Y olvidemos eso de bajarte la luna, demasiado cliché, yo prefiero caminar por ella cada vez que se mete por sitios prohibidos. 

Que alguien me diga qué tiene porque desde hace dos años me tiene comiendo de la mano, y yo soy más de plato.

Me ha tocado la lotería sin jugar. Y yo soy masoca por querer presumir sabiendo que los diamantes no se encuentran...
Te encuentran.

Cura automática

Cuando mamá me llevó a la playa me dijo que el agua salada ayuda a cerrar heridas, que las vuelve cicatrices. Yo no entendí nada.
-Es sólo agua le dije.
-Agua salada respondió ella.
Ahora cada vez que el mar que llevo dentro se me sale por los ojos, sólo espero que esté haciendo su trabajo.

Primavera

Hay quienes hablan de la primavera teniendo las flores dentro.

415 kilómetros

Tengo sueños en los que apareces
sin conocerte.

Escribo tu nombre en mi piel
salvando así la distancia que nos separa.

Mi razón sabe que pienso en ti
sin saber hasta dónde va a llegar esto.

Necesito tus palabras
sin haber escuchado tu voz.

Imagino nuestro encuentro
en medio de fantasías de luna llena.

Estando a kilómetros
te siento muy cerca.

Quiero que estés aquí
quiero estar allá
quiero que estemos juntos.

El espejo

En casa el espejo cruje una y otra vez recreando los mil rostros de lo que fui en el pasado. Se rompe y cae al suelo, derrotado. Los recuerdos astillados buscan un lugar en mi memoria, aquellos que aman sin dudas y ríen sin prisa...

Otro espejo vuelve a crujir, y yo, sin miedo, lo sostengo contra mi pecho. Dice que no va a hacerme daño 
y esta vez
le creo.

Lección aprendida de enero

No te creas nada del amor. Ríete de él hasta que te haga llorar. Y recuerda, cuando te preguntes algo no apuntes al pecho, apunta a la cabeza. 
El tiro es letal.