Lluvia de enero

La gotas del agua duelen
en esta lluvia de enero 
que siempre recuerda a la de septiembre 
y a todo ese vacío que has dejado.

Aunque yo no quiera vienes y me atormentas.
No sé dónde estás pero aquí la lluvia duele,
dentro.

Todo es igual desde que no estás, 
solo que más triste, 
más incompleto.

Solo quiero despertar,
pensar que me queda una hora de sueño,
dos de imaginaciones 
y cuatro de recuerdos. 

Ya no duele(s)

Quiero ser una rosa inmortal 
para vivir lo que no vivimos,
para convertirla en hogar,
hogar que olvidaste.

Accidente craneal

Y me atropellan las dudas que conducen con torpeza por dentro de mi cabeza, llenas de esperanzas mudas. Chocando con las ideas en mi cabeza traidora.

El dúo masoquista

Hay miles de dudas volando en círculos, y verte sonreír te aseguro que no las va a aclarar. Maldito el día en el que perdí el control. Maldito el día en el que me hiciste perder el control. ¿Será lo nuestro una decisión fatal? Supongo que está por ver. Mi vida la rige el masoquismo de querer lo que me hace daño... Necesito volver a empezar, o mejor dicho, acabar lo empezado.

Desquiciada poeta incomprendida

No lo sabes... Pero me levanto todos los días con las mismas ganas de abrazarte, aunque nunca te lo diga. Y aunque parezca lo contrario quiero que sepas que no tengo nada claro, y que si de algo no estoy segura es de lo que estoy haciendo, pero seguramente cuando sea demasiado tarde, te diré que me gustabas, que cada sonrisa era un "no te vayas" y cada mirada un "estoy en casa".

Pero no te equivoques, esto no es una declaración de amor, ni de nada, esto lo escribo por mi, no por ti, no intento contarte nada aunque muera por morderme la lengua. No deja de ser una locura, otra más de la desquiciada poeta incomprendida, y hasta ahora la aguanto, de rodillas. 

La delgada línea entre lo real y lo utópico

Corriendo detrás de la nada una vez más, con mi mente en blanco pero llena de pensamientos que soy incapaz de leer. Así me sentía y así llevaba el mismo tiempo que tú estabas presente, con esa última conversación que tantas noches me robaba el sueño intentando descifrar tus incógnitas. Sueños que me dejaban patas arriba la coherencia y las dudas. Corriendo tras algo que puede no existir, quizás sea cierto e inalcanzable, incierto pero ahí, siempre frente a ti, dándote la esperanza de continuar y no morir.

Propósito de año nuevo

La gente empeñada en querer mucho cuando lo importante es querer bien...