La última

Sábado 13 de Julio, 02:16. Con un chupito de tequila en la mano y él en mi cabeza.

Ron, vodka, whisky... qué más da. Nada sacia las ganas que tengo de tus besos. Nada hace que olvide lo mucho que te necesito. Te quiero parezco escuchar. No puede ser. Yo en Alicante y tú en Madrid. Debería dejar el alcohol por hoy. Y entonces recuerdo la promesa. Gilipollas. Si bebes suficiente vodka sabe a amor, decían. Qué inocente. Qué ilusa. Nada se puede comparar a ti. Perdí la cuenta en la cuarta copa. 
Otro trago más.
Arde, pero no importa.
Ojalá me hubiera perdido en el alcohol, pero me perdí en tu sonrisa y en el brillo de tu mirada. Creo que a la larga hubiera dolido menos.
Ojalá.
Así que un brindis el último, lo prometo por ti, por mí, y por los vasos de plástico que han aterrizado en el suelo.

Nada de París

Quiéreme y haz que desaparezca París, porque después de nosotros nada sabrá tanto a amor. 

En mil pedazos

Ayer mi alma se resquebrajó un poco más. Ayer mi corazón cayó enfermo y ni el médico pudo curarlo. Dice que debo sumergirlo en tequila y añadirle una pizca de sal y unas gotitas de limón. Aunque duela. Aunque sangre veneno.

Hoy estoy con los ojos más abiertos que nunca pero un poco más rota. También un poco más lista. No sé si me compensa. Porque no me voy a conformar con las cosas a medias, esto es una cuestión de todo o nada.

Mañana tendré una cita conmigo misma para explicarme, por fin, que no me buscan porque no me echan de menos, y si no me echan de menos, es que no me quieren. Que yo decido quien se queda en mi vida y quien es echado a patadas. Y cuidado, porque quien mucho se ausenta pronto deja de hacer falta.

Vorágine de sentimientos

Corro en dirección contraria olvidando que el mundo es redondo. Tropiezo con las pesadillas y la herida del pecho se vuelve a abrir para destruirme por completo. Como una bomba atómica. 

Llego al borde del precipicio, mirando al peligro a los ojos. Es el momento, a todo o nada. Flashbacks me inundan. 

Tengo miedo pero no es miedo; es pánico a perder. 
A perderme.

Lección aprendida de septiembre

Para que una estrella nazca hay una cosa que debe suceder: una nébula gaseosa debe colapsarse. Así que colápsate, 
desmorónate, 
porque esta no es tu destrucción, 
es tu nacimiento.

Zoe Skylar