Lo que pudo ser y no fue

No voy a decir nombre. Sabes perfectamente que me refiero a ti. Aunque probablemente nunca leas esto. Ni yo soy lo suficientemente valiente ni tú tendrás interés. Esto es como una carta sin destinatario. 

Hemos dejado que dos años y 50 kilómetros nos conviertan en auténticos desconocidos. Hemos dejado que un abismo nos desconecte de esos momentos que ahora sólo viven en nuestra mente. Ahora nos limitamos a vivir de recuerdos que reproducimos como cortometrajes, y para serte sincera, no niego que me gustaría poder editar alguna que otra situación. Como la última vez que nos vimos, inconscientes de saberlo. 

Aquel día fue la única oportunidad que tuvimos de arriesgarnos y tirarlo todo por la ventana, y cuando digo todo me refiero a todo, no solo a la última calada del cigarro que podría haber sido el único testigo.

Solo nosotros fuimos los cómplices perfectos esa noche. Hablando en el lenguaje de las miradas nadie más supo que allí había más intenciones de las que en un principio se podía imaginar. Pero supongo que algo nos frenó.

Acabé durmiendo en tu cama pero no contigo y esa fue la forma más cercana de llegar al paraíso pero con la tortura a cuestas. Una de cal y otra de arena, o eso dicen. 

Ahora solo nos quedan un par de fotos y vídeos como pruebas de cuando nos bañamos en litros de alcohol destilado. Cada pregunta no formulada fue amontonándose al fondo creando así una montaña cada vez mayor. Y aquí sigo. Con mi montaña. Con mis dudas a cuestas un día más porque no tendría sentido resolverlas ya. O eso creo espero.

Quizá algún día me atreva a enviarte esto. Quizá tú cierres los ojos y te pares a recordar cada segundo, a plantearte cuestiones sin sentido que buscan una respuesta. O quizá algún día acabemos recordando cómo dejamos que la vida nos separara tomando unas cañas y escuchando rueda, rueda, nuestra canción. 

11 comentarios:

  1. Welcome to my nightmare que diría Alice Cooper. Procura olvidarte que yo llevo mas de cuarenta años ya y mejor seria dejarlo pasar. No se me ha olvidado tampoco aquella ultima noche.

    Beso

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  2. Qué triste...
    Hoy en día las distancias no existen. Ni siquiera un confinamiento debería poder con ello.
    Yo no sé las circunstancias, pero nunca hay que dejar conversaciones pendientes. Piénsalo.

    Besicos.

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  3. Hola Né,
    así es. ¡Cuántas cosas, situaciones, personas, hemos dejado sin saber/conocer!
    ¿Será la vida esa incertidumbre?

    Gracias

    Saludos

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  4. Yo se lo enviaría sin ninguna duda, total,perdido por perdido qué más puede pasar? O tal vez al final se convierta en lo que tú deseaste...
    Me encantó,de verdad!
    besos!
    (Avísanos si la envías!)

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  5. El mero hecho de escribir esta carta demuestra valentía y vitalidad en tu ser. Más antes de determinar lo que puedas hacer o no, piensa que ciertas cuestiones no se deben dejar a medio camino. O le mandas la carta o no dejes el tema pendiente.

    La prosa es impecable no solo como carta sino también que se aprecia que hablas con tu alma, Né. Tomes la decisión que tomes formará parte de aunar tus sentimientos.

    Saludos y escucha a tu corazón.

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  6. Carta de despedida. Yo también tengo unas cuantas.
    Besos.

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  7. Dos años es mucho tiempo, ¿o no?, para seguir recordando un algo que pudo ser y no fue.
    De todos modos te entiendo.

    Besos.

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  8. Ne, amo leerte aunque duela, escribes hermoso, yo que vos se lo mandaría, pero claro es fácil decirlo cuando no tienes que hacerlo.
    te dejo una abrazo al alma guapa

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  9. Yo volvería a intentarlo. Porque tal vez todo ha cambiado... Incluso vos.

    Me encantó, Né. Gran abrazo.

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  10. Creo que es bueno atreverse a mandarlo. Esa montaña de preguntas se resolvera sola... La vida las irá contestando. Un beso grande.

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  11. como dice erik en el primer comentario...
    debe hacer cuatro años que nos separamos, dos desde que "hablamos" por última vez...
    y seguimos sin olvidar.
    y recordando...
    abrazo

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