Algún día seré valiente

Tengo tanto que decirte
pero no puedo
porque tengo miedo.

Miedo a perderte,
miedo a dejar de soñarte,
miedo a que me tengas miedo.
A olvidarte.

Pero ahora que lo intuyes, dímelo:
Si supieras la verdad,
¿qué harías?
¿lo dejarías todo y me besarías?

Verdad o reto

¿Te apetece jugar? 
Si te quitas la primera prenda
te digo la primera verdad.

Femme fatale

Es difícil hablarle a un misterio pero sin embargo ella detonó mi cabeza. Mujer sencilla y real, de expresión etérea y belleza fatal. Enigma de sonrisas y sensualidad femenina, simpatía delicada cual jazmín. Laberinto de incógnitas que nunca conseguiré descifrar.

Con ella el reloj se toma un descanso mientras las horas se fuman un cigarro. Baila un vals en un precipicio con vistas al mar, y no le importa caer, pues se abraza al futuro con tanta fuerza como el que lo ha perdido todo a cambio de un poco. No puede ser más caótica.

Cuidado, no la subestimes o te dejará días sin dormir.

14 de noviembre

No olvides que la otra cara de la moneda también soy yo.

Siempre tú

Te acaricio pero no te encuentro.
Ya no estás.

El otoño llora tu ausencia
y yo ya no sé qué hacer para calmarlo.

El agua salada ahoga
pero no me llena de ti.

Quiero que vuelvas de nuevo
pero tengo un problema
y mil razones para echarte de menos;
no sé devolver vidas.

El espejo está hecho cristalitos,
pero no tanto como yo.

Aguacero

Empieza a chispear. Las gotas se acumulan en los cristales y juegan a hacer carreras. Caricias aterrizan en el aeropuerto de tu cuerpo y besos llegan a su destinatario. Y pese al frío comienza a sobrar la ropa.

Empieza a llover. Aparece una débil neblina que tinta los cristales y empieza a dificultar la visión. La ropa se encuentra por el suelo recreando el desastre que se empieza a formar fuera. Esto solo es el principio.

Empiezan los relámpagos. La tormenta ya está aquí y nosotros también estamos preparados. Nuestras caderas danzan al ritmo de los gemidos y suspiros, sin duda hoy se formaría un diluvio y no solo fuera del coche. 

Empieza a tronar. El vaho ha cubierto por completo la estancia junto con las gotas, donde por cierto ya no cabe ni un alfiler, como la distancia que nos separa. Y yo, poco a poco, me siento más completa contigo dentro de mí. Entras y sales a un ritmo frenético, vertiginoso, hasta que el éxtasis nos ahoga. 

Empieza a salir el sol. Las gotas juegan a desvanecerse mientras nosotros nos recuperamos, exhaustos, de otra guerra contra el cielo.

Suerte, o eso dicen


Te he visto mudar tus dudas de lado a lado de mi habitación, cogidas a tu desnudez. Hacen buena pareja, pero como la nuestra no hay ninguna.

Tus heridas son egoístas; tienen que sangrar para que tomen todo el protagonismo, incluso hunden el cigarro para quemarse un poco más, pero no te preocupes, ya están amenazadas con sal y tequila por si te vuelven a molestar.

Yo no tengo dudas, bueno sí, pero no contigo. Que me gustas aunque no sea lo suficientemente valiente para decirlo. Aunque nunca te diga que cada vez que me abrazas siento que todo tiene sentido, pero prometo que algun día te susurraré lo bien que quedaría un recuerdo nuestro cosido a tus cicatrices y (con suerte) te convenceré.

Qué suerte dicen cada vez que cuento nuestra historia, pero la suerte está echada, y yo, sobre tu cama, tenía más pinta de ser demonio que ángel para hablar de suerte.

Pero yo que sé, también dicen que de una escritora nunca hay que fiarse, pero si además escribe sobre ti y te equivocas ella cogerá todo tu desastre y lo convertirá en arte.

Lección aprendida de octubre


Something ends because something better is coming.
Algo acaba porque algo mejor está llegando.