Siluetas de un orgasmo
La onda expansiva provocada por mis versos llegará hasta tu habitación y sentirás su calor subiendo por tus piernas. Ya no dormirás, permanecerás a la sombra con hambre de piel y sed de ganas, en protesta del vacío de erotismo que jamás volverás a sentir. Invitaré a mis más sensuales fantasmas para para que por las noches te ciñan y susurren escalofrios húmedos, que escalen tu espalda, que se enreden en tu cintura, que agiten tu silencio hasta que llegue el día de hacerte trizas... A orgasmos.