Contracorriente

Afortunada coincidencia la de conocernos en este mundo al revés. Afortunada la paciencia que me pides cuando cuando en realidad lo que yo siento es que quiero arrancarte los labios a bocados. Afortunada cordura que nos envuelve cuando solo queremos enloquecer. Afortunada exhaustividad que nos ahoga cuando solo quedan dos cuerpos después del amor improvisado.

Torturas (in)necesarias

El frío que cala en mis huesos. Domingos, malditos y jodidos domingos. Ojalá perdida en tus sábanas, pero me encuentro sola fumándome un cigarro en la ventana. No paro de dar vueltas a por qué sigo jodiéndome recordándote cada séptimo día de la semana. Eres como el último sorbo del ron, amargo pero delicioso, yo casi lo describiría como inolvidable.

Carne y hueso

Tras la fina capa de la personalidad todos tenemos lo mismo.

Siempre elegí a los chicos malos

Tus labios me traicionaron, 
me colmaron de mentiras
que me prometieron volver a empezar de las ruinas.

Dijiste que me querías 
y yo aquí como si ya te hubiese olvidado, 
quemándolo todo a mi alrededor, 
escribiendo nuevos recuerdos
y poniéndote en el punto de mira.

Ha llegado el momento,
me voy.
Me voy con todo a la espalda
y el corazón envuelto en espinas.