Contracorriente
Afortunada coincidencia la de conocernos en este mundo al revés. Afortunada la paciencia que me pides cuando cuando en realidad lo que yo siento es que quiero arrancarte los labios a bocados. Afortunada cordura que nos envuelve cuando solo queremos enloquecer. Afortunada exhaustividad que nos ahoga cuando solo quedan dos cuerpos después del amor improvisado.
Quedan dos cuerpos satisfechos y una sonrisa escondida.
ResponderEliminarBesos.
Agradable el éter en este caso
ResponderEliminarLas coincidencias sólo existen como demostración de una intrincada causalidad... Eso sí, no lo muerdas. Saboréalo. Merecidamente.
ResponderEliminarAbrazo gigante.
Afortunada locura que el amor deja sin cordura...Precioso querida Né.
ResponderEliminarAbrazos con todo cariño.
As tuas palavras transbordam
ResponderEliminarna intimidade do poema
derramando o desejo
sobre uma boca sedenta de fogo!
Besosss!
Qué bonito, todo lo que dices siempre tienen un sabor tan amoroso.
ResponderEliminarBesos.
Que vellos estos vasos comunicantes con aroma a elixir, Né !!!
ResponderEliminarSaludos y buenas noches.
Queda algo más, no? En todo caso un recuerdo, creo.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Afortunada tú Né. Me ha gustado amiga.
ResponderEliminarBesos.
Qué lindo
ResponderEliminarLas afortunancias no abundan hoy, en nuestro mundo
Me gusta
Un beso
Hola Ne, que bueno cuando todo o casi todo se corresponde de alguna manera.
ResponderEliminarbesos guapa
Afortunados los dos por experimentar tal fortuna.
ResponderEliminarRecrearse en esos instantes de contención, pero a la vez donde todo puede estallar, es en muchas ocasiones un preludio muy prometedor.
Besos.
Las coincidencias no existen, sino el destino que predispone.
ResponderEliminarPoder sentir es siempre una fortuna y poder contarlo, más.
ResponderEliminarMil besos.
Miles de sensaciones... Muy bello!
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