Sumando tiempo
Y así arranca la historia. Una de esas personas que te dejan vibrando. Un corazón que sentía mucho, quizá en exceso. Una acción bajo un golpe de valentía capaz de cambiar todo, fue lo que lo desencadenó.
Siempre fui una impulsiva emocional, y cuando decidí seguir lo que en su momento parecía lo mejor supe que estaba corriendo a mil por hora sin saber cómo parar. Y es que te enseñan a correr pero nunca a frenar, y a veces es necesario.
Confía en mí cuando hablo como si fuese una droga; porque lo fue. La más peligrosa de todas; la que puede tanto matarte como reanimarte. Y al probarla caí en una adicción de la cual tuve que abandonar el corazón para salir.
Ahora, muchos meses después, solo tengo claro que la realidad es la que es, que una vez que eres adicto en verdad nunca dejas de serlo. Simplemente (sobre)vives sin eso, intentando no caer, sumando tiempo...
Hola Ne!
ResponderEliminarTener un corazon muy sensible y ser impulsiva puede ser un coctel muy inflamable que ante la minima chispa todo puede explotar.
Es cierto hay adicciones que pueden mas que nuestra voluntad.
Un abrazo Ne!!
Es peligrosa la sensibilidad en estos casos y cuando caes (fall) si no sale bien luego es ya imposible no recordar aunque sea alguna que otra vez.
ResponderEliminarBsos
Es verdad lo que dice Gra!
ResponderEliminarCorazón sensible e impulsividad es explosivo!
Me encantó como siempre tu escrito.
Un beso.
Es cuestión de re-direccionar tu/s adicción/es...
ResponderEliminarAbrazo gigante, Né. Tú puedes.
Cambio de adicciones a otras mejores. Todo es posible. Saludos.
ResponderEliminarLas adicciones suelen ser muy peligrosas, de algunas nunca se sale.
ResponderEliminarAbrazos Né.
Quizás un cambio a otras direcciones como dice Laura.
ResponderEliminarImposible no hay nada.
Saludos, Né.
Entiendo muy bien esa sensación. De repente, has corrido tanto que te has olvidado de caminar. Y cuando toca "desintoxicarse" las horas se acumulan, pero a la vez el tiempo no pasa igual.
ResponderEliminarBesos.
Una vez que lo pruebas, no cesas de buscar una nueva dosis. Y el corazón ahí con la lengua fuera.
ResponderEliminarBesitos Né
El amor es la droga más potente que pueda haber, el corazón nunca se desengancha de esa adicción, cuando la dosis se acaba el corazón siempre reclama otra...
ResponderEliminarBesitos con todo cariño, preiosa.
Qué difícil tomar los mandos a veces... Qué difícil no caer de nuevo y volver a exponer al corazón.
ResponderEliminarEncantada de leerte.