Día 80



No nací para despedirme, sino para encontrar(te). Para conocer personas como tú en las que poder echar raíces y hacer casa. Para aprender a confiar, incluso con una venda en los ojos. Nacemos y morimos solos, sí, pero no hay nada mejor que caminar acompañado y que ese alguien te recuerde esos pasos que has dado. 

Me pregunto cómo se aprende a desaprender. Sobre todo cuando no quieres y te obligan. Sobre todo cuando olvidar(te) es lo último en mi lista de cosas por hacer. Cuando ni quiero, ni debo. Y es que voy a tener que aprender a (con)vivir con tus recuerdos pero sin ti. 

Cuando alguien se va, no existe expresión capaz de definir aquello que siente el que se queda. 

8 comentarios:

  1. A veces también hay que aprender a desconfiar. Un beso

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  2. Y caminar sólo.
    Porque no será el primero ni el último.

    Un beso www.somosfuego.blogspot.com

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  3. Hola, Né.
    Gracias por pasarte a mi blog. Ya me vuelvo seguidora del tuyo :3
    Caminar de lado de personas es una de las cosas más bellas que te puedan pasar en la vida. Todas las personas que están a tu lado te enseñan algo, en algún momento. Hay una frase que me ha venido a la mente con tu escrito:

    “There are no happy endings. Endings are the saddest part, So just give me a happy middle. And a very happy start.” ― Shel Silverstein, Every Thing on It

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  4. Muy buena reflexión. Me ha gustado mucho.

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  5. todos los caminos de la vida son así

    buena semana

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  6. Caminar de la mano de alguien y compartir momentos con esa persona es algo mágico, pero también es importante aprender a caminar solo y disfrutar de aquello que se va encontrando por el camino.
    Tu reflexión es preciosa, y tienes razón en que es difícil definir el vacío que alguien deja.

    Un abrazo

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  7. Es verdad, nacemos y morimos solos...
    lo importante es la compañía que hay durante...
    Besos.

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