El beso del comienzo
Y allí estaban ellos, bajo la luna, en una especie de conjuro que ni la más poderosa belagile sería capaz de realizar debido a su tremendo impacto emocional.
Todo empezó un día de enero, cuando se encontraron por primera vez. Un encuentro más impensado de lo que en un principio se podía pensar. ¿Suerte, casualidad o destino?
Ya, yo también era de las que pensaba que qué era esa mierda del destino. Y también me diréis que no creéis en el destino, como yo hace no mucho, pero habrá que empezar a creer en imposibles.
Porque por (inserta el sustantivo que más te guste entre las opciones de la interrogación) conocían a gente en común. Y separados por más de 400 kilómetros, desde luego la quiniela ganada fue importante.
Estaban volviendo a casa, de madrugada, cuando pese a la oscuridad la ciudad estaba más despierta que nunca, incluso aunque las personas estuviesen dormidas.
Aquella madrugada en la que los gatos aullaban a la luna, ellos fueron convertidos en dos amantes bajo su luz eterna. Algunos hablan de hechizos. Yo ya sabes, la ciudad despierta.
El beso brujo en la hora bruja solo puede dar como resultado un amor brujo
ResponderEliminarBesitosss
Un relato con magia.
ResponderEliminarBesos.
😊 ratitos así son una delicia...
ResponderEliminarBesos
Muy lindo relato, me gustó como escribes, te sigo.
ResponderEliminarBesazo al alma desde mi rincón.
Ohh qué precioso,qué ganas de besar..
ResponderEliminarUn besito vaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Precioso, muy bello psra imaginar. El destino tiene esas buenas jugadas. Un beso muy grande.
ResponderEliminarDesde que las ciudades nunca duermen cualquier hora es buena para amanecer en compañía. Y a mí me encanta desayunar con besos.
ResponderEliminarSaludos!
Maravillosa bruja.
ResponderEliminarBeso
Destino, magia, causalidad, la vida misma sorprendiéndonos a cada paso,
ResponderEliminarbesitos guapa
Hay mucha electrolisis y hechizo en este gran relato, Né.
ResponderEliminarSaludos mágicos.
Cual será ahora la ciudad despierta?
ResponderEliminarCosa de hechiceras..
Saluditos né,abrazos de buhos
El destino, siempre el culpable es el destino.
ResponderEliminarAbrazos, Né.
Me has dado miedo Né, he pensado que la brujería se había aliado contigo para explicar mi propia historia y la de ese beso de despedida convertido en el comienzo....
ResponderEliminarEse beso fue el comienzo de una bella historia de dos amantes que bajo el embrujo de la luna se conjuraron amor eterno.
ResponderEliminar«Belagile»... bonita palabra.
ResponderEliminarSi todos los comienzos empezaran con un beso, si todos los besos fueran el comienzo de algo. Sea lo que sea, siempre con besos.
Más besos.
Un beso siempre reclama otro beso, de la misma forma, que un beso de despedida puede sellar un comienzo y más si ocurre cuando la ciudad despierta.
ResponderEliminarUn saludo, Né.