Roma no se hizo en un día, y al revés tampoco
Besarte poniendo en mis labios el sabor amargo del suicida, siempre con la mano puesta en el freno, ya sabes, por si. Soy un huracán destrozando todo a su paso, pero a mí solo me interesa destrozarte las dudas.
Necesito tus manos para poder sentir que aún queda algo de vida dentro de mí, necesito más besos suicidas, y necesito más tiempo para poder encontrar todas aquellas palabras que perdí porque sin ellas no soy capaz de decirte la verdad. Ah, y otra mente nueva, que esta ya la tengo roída de tanto extrañarte.
Pero pese a todo volvería a morir mil veces dando el paso. Los puentes siempre están ahí esperando a sus suicidas, Roma seguirá ahí reconstruyéndose, pero los besos... Los besos cogen trenes y desaparecen sin darnos cuenta.
Suicidarse o morir
ResponderEliminarBesitos
y a veces hasta algún avión
ResponderEliminares lo que hubo
Hay que disfrutarlos mientras se tengan.
ResponderEliminarTexto y dibujo preciosos ambos.
Un saludo 😀
Encontraste las palabras, Né... Espero no hagan falta más.
ResponderEliminarAbrazo gigante.
Y cómo se extrañan esos besos!!!!
ResponderEliminarBesitos querida Né.
Besos, suicidas o no,son el alimento del alma!
ResponderEliminarPrecioso este texto, me encantas Né!
Un abrazo
Esos besos son imprescindibles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los besos son tan necesarios que se hacen imprescindibles.
ResponderEliminarEstelar texto, Né.
Saludos y feliz domingo.
Sin lo besos suicidas o no, los necesitamos Né.
ResponderEliminarBesos.
Y como dicen, todos los caminos llevan a Roma.
ResponderEliminarNo dejes escapar esos trenes ni dejes de buscar aquello que necesitas. El tiempo pasa y no queda tanto para ser suicida..., a veces merece la pena.
Besos.
Que ningún beso se pierda y que salgan las palabras :)
ResponderEliminarSaludos, Né.
Al final los besos son parte de la energía "esa". Bonitos dibujos y bonitas palabras.
ResponderEliminarA cuidarse mucho. Abrazote utópico.-
Esos besos que son de riesgo imprescindible.
ResponderEliminarMuy bueno!