Vistas al mar
Sufría de vértigo, para quien no conozca esa sensación es como ese cosquilleo que te cala los huesos y
ese temblor que hace que vibre hasta la última de tus células.
Quién me iba a decir que me iba a enamorar de un precipio con vistas al mar...
Parece bonito pero es un zass a la vida... Así lo interpreto yo pero eso no le resta belleza a tus palabras.
ResponderEliminarUn beso enorme, Né.
Vivirás con vértigo constante, pero si es por amor...
ResponderEliminarBesos.
Jajá!
ResponderEliminarUg...
Vaya, amor que encontraste.
Pero, cuidado!, ni se te ocurra ir a su encuentro para abrazarle. :)
Buena tarde 🏙 Un gusto.
Ah! Qué bonita comparación! Eso sí... agárrate fuerte. Con esas vistas... merece la pena.
ResponderEliminarBesicos.
Hay quien disfruta justo en el límite
ResponderEliminarOhh esa frase final es mortal! me encantó!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ayyy, y yo que te iba a responder que es lo mismo que pasa cuando estos últimos días, estamos notando los terremotos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besicos muchos.
Aunque contenga un error de tipeo o de apuro, Né, el verso final es monumental, sencillamente inolvidable.
ResponderEliminarAbrazo más que gigante.
Si vives continuamente en el alambre y disfrutas. Pues bienvenida a ello y sino te planteas en equilibrar un poco más balanza.
ResponderEliminarSaludos, Né.
Nunca se sabe, hasta qué estás enfrente.
ResponderEliminarSaludos.
Ese vértigo te da alas.
ResponderEliminarDisfruta :)
Saludos, Né.
Generalmente nos enamoramos de lo que no debemos, eso es la pimienta de la vida.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta ese amor que da vértigos
ResponderEliminarAbrazos